Una frase que resume este precepto es:
“La felicidad no es una meta de vida, es el camino que recorres”.
Existe un libro que ayuda a comprender mucho sobre la felicidad, se llama “El poder del ahora” de Eckhart Tolle, en él se resume la importancia de centrarse en el presente; si bien es cierto se necesita tiempo y concentración para asimilar lo que esconde sus líneas, conforme vas estudiándolo (porque merece estudio, extracción de frases y notas, conclusiones) tu percepción cambia, se devela el paisaje de nuestra vida y cada momento de la misma.
Un segundo, un minuto, una hora, un día a la vez. Aprecia y céntrate en ello.
Cuando surjan cosas negativas, equilíbralas con las positivas. Disfruta los regalos bellos que tienes a la mano (no lo material), reconoce que los verdaderos milagros son quienes están a tu lado y aquello que alimentan tu espíritu.
Abraza la vida y anda con una sonrisa en el corazón.
Siempre he creído que las frases de motivación son importantes pero las he comparado con venditas tratando de contener “heridas abiertas y profundas”. Para sanar debemos entender pero primero debemos creer, confiar en que tenemos una misión verdadera y que todos somos un regalo de Dios. Él, en su infinito amor, nos ha dejado migajas para encontrar el camino hacia el cielo, aprende a reconocer las señales; pero te tengo una mala noticia “si solo ves lo oscuro y te sumerges en el dolor” jamás podrás sentir cómo acaricia el sol tu piel y recorrer el sendero hacia la luz.
No envidies, no odies, no critiques ni mucho menos guardes rencor. En resumen: “No lastimes a tu prójimo de palabra o acción”, es el punto de partida para recorrer la felicidad. Si no puedes alejarte de la negatividad, seguirás deambulando a oscuras. Es una pena pero la gran mayoría de personas no pueden comprender que cuando dañas a alguien, la acción regresa a ti porque la vida refleja la maldad de tu actitud. Quizás, esa persona no se enteró de tus malos deseos, quizás sí, te perdonó y continuó con su vida; pregúntate ¿cómo quedas tú? Simplemente con la boca amarga y con el corazón endurecido.
El Dalai Lama dijo: “La felicidad no es algo que venga prefabricado. Viene de tus propias acciones”. Jamás apagues la luz de alguien para prender la tuya, esa es la esencia de “andar ligero”.
Nunca debemos olvidar que “La salida es hacia adentro”. Bendiciones.
La verdadera felicidad consiste en hacer el bien.
Aristóteles
