En una de las muchas visitas a la cueva de la bruja blanca, departiendo con un jugo de uvas, Ranmma le preguntó al loco ¿Has escuchado hablar de LA VERDAD? El loco respondió negativamente. Ranmma continuó:
“LA VERDAD, es el conocimiento universal, es el ying y el yang, el despertar del espíritu, creo que te gustaría mucho porque tú me hablas de vidas pasadas, reencarnación y muchas cosas similares. Yo lo recibí hace mucho tiempo, pero me gustaría volver a hacerlo ¿te animas? ¿Por qué no vamos todos? Volteando a ver si a la bruja blanca le había interesado el tema. La respuesta fue un Sí rotundo.
“Debo decirles algo”, prosiguió, “Si no están preparados para el aprendizaje, LA VERDAD los sacará, pero si por el contrario, es el momento indicado, los recibirá y será parte de su vida. Ya lo entenderán”. Un signo de interrogación aparecía en la cara del loco, sin embargo confiaba en Ranmma. Éste, envió una paloma mensajera y al terminar dijo:
“Ojalá que la reciban y se encuentren en el pueblo, porque viajan mucho. Ya veremos”.
Luego de 3 horas llegó la respuesta:
“Encantados, queremos conocerlos ¿Podemos visitarlos el cuarto día a la hora que sale la luna?” Ranmma confirmó la sesión con una paloma blanca.
Aquí es importante hacer una pausa. El cuarto día de todas las semanas, en la hora de la luna, el loco tenía que informar sobre el estado del taller de carpintería descompuesto que le habían encargado arreglar un grupo de mujeres y se lo mencionó a Ranmma, a lo que él respondió: “No te preocupes, ya te he dicho que si LA VERDAD te quiere recibir, las energías se moverán a favor. Además, normalmente ellos no contestan en el mismo día, ni mucho menos confirman tan rápido una visita, así que es una buena señal”.
Y tenía razón. Cuando llegó el día, las mujeres dueñas del taller se tuvieron que retirar al atardecer y no se llevó a cabo la reunión de siempre. El loco sonrió, agradeció al cielo, cogió su carreta y llegó raudo a la cueva de la bruja blanca. Al cabo de unos minutos llegaron los maestros.
Ejercicio de conexión espiritual. Imagina que tu interior te dice las siguientes palabras:
Soy tu verdadero YO, tu conexión con Dios, si estás empezando a despertar espiritualmente y tienes alguna duda, pregúntame en forma directa y ten la convicción de que responderé. Aprende a escucharme.
