• 29-August-2020

30. Tratado IV: La Ley de Causa y Efecto – El Agradecimiento

En la siguiente clase Mulán dijo:
“Revisemos el Dharma del Agradecimiento”:

“Cuando sintamos negatividad ante cualquier persona producto del karma negativo, un ejercicio recomendable es pensar “Gracias y que Dios te bendiga”. Así sanamos y construimos un subconsciente más espiritual y cristalino”.

“Entonces para cambiar el efecto, debemos primero estar dispuestos a modificar y rescatar nuestra vida, interpretar que la sanación está en cada uno de nosotros. Agradecer despierta este principio, recarga la energía vital y beneficia enormemente cuando uno lo expresa con humildad. Háganlo literalmente así: pongan su mano derecha a la altura del corazón, agachen la cabeza en señal de total sumisión, cierren los ojos y digan a su interior “Gracias porque te escucho y por las señales que me envías. Aprendan a pensar en positivo, es la única manera de decretar sucesos.

El pensamiento crea lo que el interior pronuncia, la mente es una herramienta que es usada por el espíritu y no viceversa. Los seres somos racionales, para poder aprender a escuchar el interior”.

“Durante mucho tiempo la humanidad se ha concentrado sólo en la mente, en desarrollar tecnología, en las ciencias, pero cada vez se aleja más de la espiritualidad. Esto es lo que debemos cambiar: “cuando se comprenda a nivel universal que la espiritualidad es equilibrio, le daremos paso a caminos completamente diferentes a los actuales”, podremos disipar el sufrimiento de la gran mayoría de personas y seres vivos, no destruiremos nuestro ambiente por ejemplo. ¿Qué irónico? vivimos en él y lo dejamos a su suerte. Las siguientes generaciones lo pasarán mal si continuamos así. Lo gracioso es que reencarnaremos para comprobarlo; el ser humano cree que vivirá para siempre o que no regresará a este plano físico posteriormente. Cuan equivocado y alejado de la verdad se encuentra! Por ello se concentra en la destrucción antes que en la creación, en la acumulación antes que en el dar. Pero tengamos fe y optimismo en que a su tiempo comprenderemos y avanzaremos. Sólo con el corazón en agradecimiento, podemos conectarnos verdaderamente y tomar conciencia de nuestras acciones”.

Acostúmbrense a agradecer por todo lo que tienen en esta vida, enfóquense en ello y simplemente disfrútenlo. Dejemos atrás lo negativo de los sucesos pasados, libérense de esa carga”. “Cuando tu intención cambia, tu vida también lo hace”.

Mulán hizo una pausa y nos regaló una bella frase: “Una situación un corazón, un corazón una situación”.

Y es que depende de nosotros determinar con qué llenamos nuestro interior. Si la situación es adversa y construimos negatividad, al abrir nuestro corazón entregaremos lo que hemos guardado y viceversa. Esforcémonos en almacenar bondad y agradecimiento, para reflejarlo en nuestra vida”.

“Jamás debemos culpar a Dios. Cada situación es un aprendizaje espiritual que nos permite regresar a El. Recuerden la doble causalidad en tres tiempos: Del pasado recibimos la causa, el efecto lo generaremos con nuestra reacción y acción, sembrando una nueva o igual causa que la anterior. Depende de ustedes. Profundícenlo, compréndanlo y aplíquenlo. Esta es la manera cómo se cambia el destino”.

“Deténganse cada hora por 30 segundos a dar las gracias. No toma mucho tiempo hacerlo y puede cambiar completamente sus vidas. Presten atención a los señales, las vendas empezarán a caerse de los ojos y estarán más sintonizados con el presente”.

Cuanto más agradezcas a la vida con sinceridad y amor en el corazón, la vida te dará mayores motivos para continuar haciéndolo.