• 29-August-2020

31. Tratado IV: La Ley de Causa y Efecto – El Perdón

Mulán explicó:
“El perdón, es la energía dhármica más poderosa que existe. Reúne el amor, el agradecimiento y la humildad todo en una. Nos permite conectarnos con nuestros semejantes con aceptación y tranquilidad. Cuando perdonamos una ofensa, cultivamos el amor. Ahora ya sabemos que se produce como resultado de lo que entregamos en el pasado. Esto hace que sea más comprensible la posibilidad de perdonar una acción negativa”.

“Cuando perdonas, sueltas esa energía oscura que te mantiene atascado en un período pasado. No tiene sentido permanecer ahí, ni quien te ofendió ni mucho menos tú son las mismas personas de ese tiempo y de ser así, pues entonces cada quién debe revisar su recorrido espiritual. La finalidad del ser humano es avanzar, aprender y trascender. Si no contribuimos a ello, habremos pasado una vida entera en la ignorancia o peor, retrocederemos.

Aprovechen al máximo su tiempo, no acumulen rencores ni odios, no es sano para ustedes mismos. Apliquen las 7 técnicas para evitar el corazón de disgusto, concéntrense en ellas”.

“Las desavenencias van a existir hasta que liberemos nuestro karma negativo acumulado. Todos los seres humanos somos diferentes, pero está en nuestro actuar la esencia de nuestro destino. Cuando puedes hacer las paces contigo mismo, irás por la vida mucho más ligero, más libre de carga emocional que condena. La oscuridad de tu corazón le dará paso a la luz.

Debes imaginar el perdón como un regalo que dejas en el umbral de la puerta de aquel que te hizo daño, o mejor aún, ante la ofensa mantente sencillo y reemplázala con una sonrisa. Es muy difícil lograrlo y quizás tome más de una vida hacerlo, pero es la única manera de cambiar tu futuro. Si no aprendes y continúas reteniendo ello, te enfermarás de cuerpo y de espíritu”. ¿Sabían que las enfermedades son kármicas y que en su gran mayoría son el resultado de nuestras emociones negativas? ¿Han escuchado hablar del experimento del agua de Masaru Emoto?

Todos respondimos: “No”

“El Dr. Emoto recogió unas muestras de agua de una fuente de agua pura. Congeló unas gotas, las examinó con la ayuda de un microscopio electrónico y las fotografió. Las fotografías mostraron hermosos hexágonos cristalinos parecidos a copos de nieve. Por otra parte, tomó agua de un río contaminado y repitió el mismo proceso. Para su sorpresa, comprobó que la imagen que aparecía en ellas no era un hermoso hexágono, sino una forma desestructurada.

También hizo otros experimentos parecidos. Llenó dos botellas con la misma agua y expuso una de ellas a música armoniosa (Vivaldi, Beethoven, Mozart, Bach, etc…) y observó que se construían hermosos hexágonos. La otra botella fue expuesta a heavy metal y comprobó que el agua quedaba desestructurada, sin rastro de los hermosos hexágonos. Repitió los mismos experimentos, pero exponiendo el agua a pensamientos, imágenes, emociones, textos o palabras.
Si anotaba palabras como Amor, Paz, Gracias, Respeto o Tolerancia se formaban estructuras geométricas hexagonales.
Por el contrario, con palabras como odio o asco o expresiones como «te voy a matar», las formas geométricas eran oscuras y desestructuradas.

Pero no solo experimentó con agua, también lo hizo con arroz. Puso dos porciones de arroz cocinado en tres tarros diferentes. En uno, escribió «gracias», en otro no escribió nada y en el otro: «idiota». Durante los siguientes 30 días le dijo a cada tarro la palabra que tenían escrita. El resultado obtenido fue que el tarro que tenía escrito «gracias» comenzó a fermentarse y a emanar un olor muy placentero. El que no tenía nada se pudrió y el que tenía escrito «idiota» se llenó de moho y se volvió negro.

El Dr. Emoto demostró con sus investigaciones que el agua no sólo recoge información sino que también es sensible a los sentimientos y a la consciencia. Entonces, si eso es cierto, ¿qué pasa con los seres humanos que estamos compuestos en más de un 60% de agua?”

“En resumen, las emociones y pensamientos afectan directamente a tu cuerpo: Dejo a tu criterio si quieres continuar en conflicto o libre y fluyendo”.

El PERDÓN inicia cuando recuerdas el daño de quien te lastimó para desearle lo mejor.

Perdonar es liberar a un prisionero y descubrir que el prisionero eras tú.

El que es incapaz de perdonar es incapaz de amar. (Martin Luther King)