En una pausa del estudio del tratado de la REENCARNACIÓN, el loco se encontró con el tercer maestro, aquel que era su contemporáneo. Él, le regaló otra enseñanza:
“Debes aprender a reconocer el sentimiento que una persona proyecta en ti. Eso te define verdaderamente y te mantiene alerta para poder aceptar y agradecer el regalo del encuentro. La emoción que te despierta es la que le hiciste sentir en un pasado. Recuerda, la afinidad muestra sus cartas, los reúne y los karmas se ponen en manifiesto.
Por ejemplo:
Si te encuentras con alguien y te despierta odio es porque en una vida pasada tú le hiciste sentir eso y si tú le proyectas amistad, es porque le brindaste ese sentimiento.
Ante cualquier proyección en ti, debes concentrarte, identificarla, reconocer la verdadera causa -tú le diste lo mismo- Bríndale amor, un trato afectuoso, buenos deseos y bendiciones independientemente de lo que en ese momento te entregue. Verás que poco a poco se irá disipando esa emoción negativa”.
El loco con una sonrisa enorme le respondió:
“Tarea difícil maestro. Muchas gracias por el regalo. Meditaré y practicaré tu consejo”.
Luego de días de reflexión, el loco escribió:
“Que diferente sería la comunicación entre las personas si con sinceridad expresáramos qué sentimos el uno por el otro. Pero para poder hacerlo con transparencia, se necesita que ambos comprendan los tratados iniciales. Así, se eliminará la percepción de estar expuesta(o) e indefensa(o). ¡Debemos tener fe y lo podremos lograr!
Compartirán con el loco que sin creencia en la ley de causa y efecto, la afinidad espiritual, el karma y la reencarnación, es muy difícil creer en la buena voluntad del intercambio transparente de emociones entre individuos. Imagínense preguntar ¿qué sientes al verme? Y obtener una respuesta sincera, muy difícil responder y si la emoción es negativa, aceptarla.
Para finalizar el loco escribió:
“Cuando conocí a Rodo, ella proyectó una sensación de familiaridad mezclada con amor que jamás sentí antes, pero también había un raro temor y no entendí ¿por qué? El mensaje del maestro llega en el momento preciso, porque ahora comprendo que en la vida anterior ella quizás me dio mucho cariño. Ese miedo, que es como una sensación de abandono es porque quizás ello le causé. Se puede sentir porque no es duda a su presencia sino a su distanciamiento, de eso estoy completamente seguro. LAMENTO EL DAÑO QUE CAUSÉ.
No sé qué sensación desperté en ella cuando me vio en la playa del mar, pero si sintió miedo y por ello decidió alejarse y no volver a verme quizás fue porque en otra vida yo le causé daño y el karma se lo mostró, entonces surgió la necesidad de protegerse y como resultado exclamó y aplicó la frase: “Más vale aquí corrió, que aquí quedó”.
Divinidad: Gracias por el regalo al permitirme interpretar los eventos para continuar con mi aprendizaje. Prometo firmemente que seguiré lo indicado por el maestro y le regalaré amor “aunque no la pueda ver”. Prometo también entregar afecto y cariño a las personas con las que me encuentre durante mi camino”.
El loco firmó con dos puntos y un paréntesis “:)” en señal de que mientras escribía el mensaje proveniente de su interior, se encontraba en tranquilidad y con una enorme sonrisa dibujada.
Tu tarea no es sanar personas tóxicas. Tu tarea es sanar en ti lo que te ha conectado con ellas
