• 30-August-2020

53. Tratado V: La Ley de Causa y Efecto – Reencarnación (Parte 5)

Mulán empezó la siguiente clase con una afirmación directa:
“La relación de la causa y efecto con la reencarnación es como la conexión entre la relación de Dios y el espíritu.

Muchas veces pensamos que el espíritu es igual al alma, pero ambos son diferentes. El primero es lo puro y el segundo es la esencia rodeada de la contaminación de nuestros pensamientos.

Deben haber leído: “En el último día de la creación, Dios dijo, “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza””, quiere decir que tenemos un destello divino en nuestro interior (espíritu) que es igual a la Divinidad, como la composición de una gota de agua a la composición del mar.

Entonces, todos somos seres infinitos en nuestra esencia, compréndanlo. Manteniendo ese paradigma mental de que somos inferiores a Dios entonces la misión de alcanzarlo será imposible, o peor, si pensamos que necesitamos intermediarios directos o personas que aboguen por nosotros para abrir las puertas del cielo. No, no funciona así.

Primero, aceptemos que Dios nos rodea completamente a través de toda la creación, de la energía, del espacio y la materia y segundo y más importante: “Solo tú podrás recorrer el camino hacia la puerta estrecha”. Puedes utilizar el entendimiento como guía o instructivo.

No sirve de nada que dejes un diezmo pensando que el pastor, sacerdote, obispo, imán o rabino de una iglesia te comunicará directo con Él o te acercará. Si existe ambición, egoísmo, vanidad u orgullo alrededor de esa entidad, estarías contribuyendo a su permanencia negativa. Pregúntate con el corazón y libre de tradiciones antiguas si es correcto hacerlo.

Rompe ese paradigma de que Él solo se encuentra ahí, como si alguien tuviera exclusividad sagrada de uso “¿cómo se atreven?” o que la salvación tiene el sello y marca de una corriente de culto. Las religiones fueron creadas por los hombres, pasarán siglos y posiblemente ya no existirán o quizás aparezcan nuevas. Sólo lo eterno es verdadero y tu espíritu lo es.

Quítense esa imagen de un anciano de barbas blancas, castigador, a temer, avalador de actos negativos para favorecimiento de un pueblo. Las religiones volvieron a hacer lo suyo para controlarte y someterte. Siguiendo el ejemplo de una gota, el mar te rodea y el conjunto de gotas forman el mar, el conjunto de mares forman océanos, el conjunto de océanos con elementos forman un planeta, el conjunto de planetas forman un sistema solar, el conjunto de sistemas solares, forma una galaxia, el conjunto de galaxias forman el universo… Y la Divinidad nos rodea en todas estas instancias y en diferentes planos, es decir ES INCONMENSURABLE.

Nos han hecho creer que la fe es igual a creer en Dios. Pues déjenme decirles que tampoco es así. La fe es para construir optimismo, para sacar fuerzas de flaqueza, para levantarte en situaciones completamente adversas. Cuando des por aceptada la presencia de Dios en tu vida actual, entonces podrás reformular ese concepto hacia la creencia en ti, en tu espíritu y en que las llaves del cielo se encuentran en él, quien busca incansablemente regresar, pero para continuar ayudando a que todos retornemos.

Estamos conectados a la fuente espiritual divina, llamada Dios,