• 30-August-2020

54. La historia de la primera encarnación

Quiero contarles una bella historia, dijo Mulán:
“Cierto día, después de la creación, un espíritu curioso se encontraba admirando el plano material y se decía: “que bello! Me pregunto ¿qué otras cosas se esconderán en él? Uy, miren esa forma casi redonda (así me dijo Dios que se llamaba ¿no?) Es azul con marrón, me pregunto si podré visitarlo. Como Dios y él son uno, se preguntó: ¿Divinidad, puedo ir? Y Dios respondió: Puedes, tu libre albedrío te lo permite. Sólo debo mencionarte algo: aprenderás y experimentarás muchas cosas, crecerás en conocimiento pero también existe la posibilidad de que no regreses. Medítalo y toma una decisión.

El espíritu agradeció a la Divinidad y después de mucho reflexionar (se) respondió firmemente: De acuerdo Dios. Acepto bajar, aunque exista la posibilidad de no regresar.

"A ese primer descenso se le llama “encarnación” y refleja la primera vez que el espíritu se convirtió en carne, es decir la primera vida".

Al cabo de un tiempo, otro espíritu amigo del primero mientras paseaba por el cielo, dirigió la vista hacia la tierra y vio a su compañero de esencia, energía de su energía, convertido en materia, pasando frío, desorientado, sumergido en emociones que no entendía y con cada día que pasaba el sufrimiento se hacía más y más profundo, con lo que la conexión al cielo se iba perdiendo.

El espíritu amigo se contactó con Dios y se dijo: “Quiero ayudar a mi esencia a regresar. Yo también sufro al verlo padecer, debo descender”. Dios hizo la misma advertencia y no hubo dudas, era su hermano y quería ayudarlo. El segundo también encarnó. Ambos se perdieron y así los demás espíritus, uno a uno, fueron sucediéndoles en la primera encarnación, con la misión espiritual en vida, de ayudar a regresar a quienes no encontraban el sendero.

Como Dios nos ama tanto, decidió crear niveles espirituales ascendentes, es decir planos espirituales como una escalera al cielo, para que al morir el cuerpo, el espíritu no quede varado, sino que regrese a una estancia de sanación para reflexionar sobre aquella vida, corrija su camino y vuelva a enrumbarse en el plano físico para intentar regresar al cielo. A ello se le conoce como “reencarnación.

De la historia que acabo de transmitirles, se puede resumir que la verdadera misión es ayudar en el desarrollo espiritual para regresar al reino celestial. Nuestra esencia no puede ver sufrir a un hermano, porque todos somos uno con Dios. Así, aquellos que lograron alcanzar la iluminación, como Jesús, Buda, Mahoma y otros maestros espirituales, regresaron al cielo y descendieron nuevamente para mostrarnos el camino. Ellos al regresar, pusieron en riesgo su retorno a la casa del Padre, pero no cayeron en tentaciones, ni contaminaron su esencia, manteniendo intacta la conexión con Dios.

Nota:

Podrán notar en la historia que Mulán hacía referencia a: “El espíritu se contactó con Dios y se dijo”, esto es porque se debe comprender que Dios y nuestro espíritu son uno.

Uno de los primeros cuentos que no son cuentos (encarnación y reencarnación).