Mientras la familia de aprendizaje organizaba sus pergaminos para iniciar la sesión, Mulán regaló una frase que el loco anotó con rapidez:
“LA VERDAD dice que las profecías han sido diseñadas por Dios para que no sucedan”; Esto se puede interpretar como que la verdadera esencia de una orden que aparecerá en el futuro, puede evitarse cambiando el destino. Un mandato contiene una verdadera enseñanza espiritual. Si comprendemos su mensaje, podremos actuar”.
Ahora sí, concentrémonos en el nuevo tratado:
“Hemos hablado en diversas ocasiones sobre el Dharma. Creo que su definición ya está mucho más clara, pero no está demás establecerla. Es la enseñanza mística, métodos, herramientas que nos permite encontrar la iluminación espiritual.
El Dharma nos permite sobrellevar las adversidades y a superar nuestro crecimiento espiritual, acercándonos a Dios. En esta vida, nuestro Dharma será mejorar nuestro comportamiento, nuestro pensamiento y volver a reencontrarnos con las enseñanzas para aplicarlas y regalarlas: “Debemos convertirnos en Dharma para los demás”.
Expongamos un ejemplo para que el concepto se comprenda: Imagina que estás caminando hacia un pueblo y de pronto te encuentras con un puente roto. Haces una pausa para pensar cómo podrás cruzar. Ves a tu alrededor y encuentras un “bote” estacionado con un remo. Entonces lo tomas y atraviesas el río. Continúas caminando y te encuentras con un abismo. En tu mochila llevas una “soga”, la tomas, creas un pase y continúas con tu recorrido…
Entonces, el camino son las diversas vidas que requerirás para llegar al pueblo que representa la iluminación, la soga y el bote son los diversos Dharmas que te ayudarán a avanzar”. Todo era más claro cuando el maestro lo explicaba con peras y manzanas.
Ranmma preguntó: “¿En una vida puedes utilizar varios Dharmas?”
Mulán respondió: “Por supuesto, a más Dharmas que descubras y apliques en tu vida, mayor acercamiento a la iluminación y el regreso al cielo”.
La Bruja Blanca hizo una pausa y comentó: “Podemos utilizar nuestra profesión, por ejemplo, para ayudar a los demás”.
Mulán se inclinó con cariño y dijo: “Un Dharma es algo eterno, es transversal a todas las vidas de un individuo. Se encuentra disponible para todos los seres de la creación. No es exclusivo de una vida; aprendan a diferenciarlo: ¿cuándo abandones este plano dónde crees que se almacenará el conocimiento de tu profesión? Se quedará en tu alma de aquella vida ¿tus costumbres sociales y cultura? También se quedarán en tu alma, no llegarán al espíritu.
Entonces Dharmas pueden ser:
- Enseñar. Dar amor. Agradecer. Aceptar. Perdonar. Comprender… Son elementos que superan las barreras del tiempo, planos y vidas.
Algunos maestros también definen Dharma como la misión del ser pero nuevamente, debes imaginártelo como la tarea de tu espíritu que define aprender en una vida, no alcanzar el éxito, dar dádivas materiales, ser un profesional reconocido, tener mucho dinero, estas son anhelos pasajeros materiales de una vida, quizás en otra sean diferentes en cambio el Dharma siempre se mantendrá”.
El maestro había arrancado todas las dudas y fue increíblemente didáctico en su explicación. Aquí el loco hizo una pausa y preguntó:
“Mulán, mencionaste la frase “reencontrarnos con las enseñanzas” ¿a qué te refieres?
El maestro volteó hacia el loco y le dijo:
“Porque ya las revisaste en tus vidas anteriores. Como son elementos de la verdad ya se encuentran guardadas en tu espíritu, por ello te las has vuelto a reencontrar en esta existencia. Quizás no las aplicaste correctamente, quizás te aprovechaste de ellas o no les diste la importancia debida o quizás no las comprendiste. Lo que les quiero decir es que aquellos que se tropiezan con el conocimiento que estamos revisando, ya lo hicieron en el pasado y decidieron volverlos a repasar para profundizarlos en esta nueva vida; la casualidad no existe, solo la causalidad es verdadera. Cada uno de ustedes encontrará su propósito para haberlo decidido así.
Ahora, lo que si debe quedar cristalino y deben mantener presente es que:
“Siempre, siempre, deberán dejar semillas en el pensamiento de las personas para que poco a poco se expanda y crezca su crecimiento espiritual”. Es, llamémosla, una tarea afín a todo ser viviente”.
Los dharmas te ayudan a cambiar tu destino.