Luego de leer el manuscrito relacionado al enunciado del noveno tratado, el loco pudo transcribir y reflexionar, sobre la definición de esta enseñanza milenaria:
LA VERDAD es la raíz de todas las cosas del universo:
Según Lao Tze: “Existe algo formado caóticamente anterior al cielo y a la tierra, silencioso y existente por sí mismo además de inmutable. Actúa continuamente y es inagotable, puede ser considerado como la madre del universo. No sé su nombre y lo designo forzosamente con la palabra VERDAD”.
LA VERDAD es lo que guía al hombre. Es la esencia humana, la fuente de vida. Significa “Hablar” y tiene el poder de concretar las cosas. Te permite escuchar a tu corazón y sentir la conexión con Dios, así como utilizar las palabras y pensamientos para emitir vibraciones de amor y dirigirlas hacia nuestros semejantes.
LA VERDAD es un ejemplo de cómo encontrar nuestro espíritu:
Cuando vemos que un niño gatea cerca de un pozo de agua o de cualquier otro peligro, inmediatamente queremos salvarlo. En momentos difíciles y duros, el ser humano muestra su consciencia más pura, pues no piensa en recompensa alguna o el sacrificio de la entrega.
Buda Shakyamuni sabe que en el cuerpo existe la esencia o pequeño Dios. Nos vigila, nos reprende e impulsa a utilizar los Dharmas para ayudarnos en nuestro camino. Nos observa y guía. Sólo debemos aprender a callar nuestra mente para escucharlo.
Los ocho sentidos descritos anteriormente no funcionan sin presencia del espíritu. Él dirige nuestro cuerpo y acciones, sin embargo creemos que nuestros apegos, emociones y la mente son quien lo hace; nada más ilusorio. Es nuestra responsabilidad el concentrar nuestra energía, para devolverle el timón al verdadero YO.
Recibir LA VERDAD es despertar esa conexión para continuar la búsqueda y acercamiento con Dios.
LA VERDAD es una enseñanza espiritual que nos permite recuperar conceptos que ahora son considerados no tradicionales. La humanidad se ha dirigido hacia las religiones por la necesidad de afecto y de protección que ellas desarrollan dejando de lado LA VERDAD, la cual existía desde antes de que se crearán los templos y se difundía y revisaba en clanes, en fogatas familiares por las noches, mientras se trataba de encontrar sentido a la naturaleza, en el sistema de conservación y protección de los miembros, desarrollando principios de ética y moral para manifestar las virtudes.
Para comprender LA VERDAD necesitas conectarte con la Divinidad y reflexionar.
Cuando eres buen observador todo el universo es tu maestro.