Hoy, mientras navegaba por internet, descubrí un mensaje envuelto en un vídeo que hablaba sobre la reencarnación y sobre cómo, a través de un vehículo corporal, diseñamos nuestra experiencia de vida y moldeamos lo patrones espirituales de enseñanza para coincidir con otros espíritus con la finalidad de aprender a aceptar (el karma negativo) y a dar amor incondicional (karma positivo).
A mayores patrones mayor afinidad y mayor tiempo en común en la nueva vida, ese tiempo en común no necesariamente es lado a lado, se puede aprender muchísimo de una relación de cualquier índole a distancia, porque la energía es infinita y no conoce de tiempo ni de espacio.
Mientras meditaba, llegó el mensaje sobre "vibrar bonito" pero entré en contradicciones porque un bebé cuando nace es como una pizarra blanca siendo la sociedad, los padres, el entorno y nuestras propias creencias quienes moldean el "yo" y la percepción acerca de la vida y el camino que recorrerá durante su vida.
Entonces se me vino a la mente, vibrar en positivo no solo tiene que estar asociado a un buen humor, al optimismo y siempre sonreír. La frecuencia espiritual no es acorde a nuestra actual existencia, quizás vibrar positivo significa que estás tratando de encontrar aquella fuerza pura de tu esencia que te permite identificar aquellos patrones espirituales para entender tu objetivo de vida y las misiones de aprendizaje con cada ser con quien interactúas. Recordemos, cada ser es una misión y con cada uno de ellos creamos "afinidad".
Uno de los aspectos a meditar es pedir a la divinidad que nos ilumine para que nos ayude a comprender cuál es la enseñanza que debemos superar con cada quién (ya que si no lo hacemos, nos volveremos a encontrar y se volverá a generar el mismo efecto detonante) para que nuestra acción determine si hemos pasado la prueba o no.
El amor es el Dharma más grande que permite superar cualquier obstáculo, he aquí el detalle, "cuando no sepas qué hacer en alguna situación, debemos entregar amor" dijo un día un maestro.
Y solo para refrescar la memoria, el Dharma son las herramientas de salvación espiritual que podemos utilizar para superar las situaciones que nosotros hemos establecido con la finalidad de evolucionar.
Tenía pendiente este "cuento que no es un cuento", aprendí en esta reflexión que somos alumnos bajo el método de casuística experimentada; recuerdo que en la universidad, en ciertos cursos, se organizaban casos para determinar la forma de aplicar los conceptos relacionados a la materia a pasar; al parecer en forma similar se desarrolla el teatro de la vida, poniéndonos situaciones con cada ser para determinar si nuestro proceder nos permite superar el caso y avanzar.
Se los comparto de todo corazón y miles de bendiciones a todos con quienes en esta vida me tocó coincidir.
En la categoría "Rodo y el loco" podrás encontrar el tratado relacionado con la afinidad, karma y reencarnación.
