• 31-August-2020

Cuento para sanar heridas

Y el anciano mago dijo:

"Sanar heridas no es hacerse reiki, colocarse cristales y buscar la manera de abrir los registros akashicos.
Sanar no es leerse tarot, tomar flores de Bach y pendular con un hebreo. Sanar no es recurrir al sol o armonizar chakras.

Sanar es HACERSE CARGO, y eso no es para cualquiera, es solo para valientes y corajudos que se animan a adentrarse para conocer sus defectos, sus virtudes y las razones de su dolor para tomar las riendas de su vida y así seguir su guía y dirección.

Sanar es profundo e intenso, y conlleva mucha energía y mucho tiempo, mucha dedicación y constancia, tanto que nos hemos acallado, desoído o negado.

Batallar con un ego que se resiste a a los cambios que broten del alma también es sanar.

Sanar es sangrar, supurar, doler, llorar, comprender, perdonar-se y al fin soltar.

Sanar es pasar por sucesivos estados de enojo, tristeza, decepción, necesidad de soledad y silencio. Sanar es ir adentro, meterse en las propias sombras y aceptarlas.

Sanar es a pesar de todo maravilloso, porque es liberado y libertador. Reiki, cristales, registros akashicos, Flores, son todas herramientas, pero el canal de sanación eres tú.

El único habilitado para tu sanación es tu propio ser.."

"Recuerda: Para sanar primero debes conocerte, enfocarte en identificar la causa del dolor no en la emoción resultante. Anda un poco más allá, más profundo, encuentra tus miedos, toma tus apegos, tus frustraciones e ilumínalos como si los pusieras frente a una lámpara. Que nada te detenga en ello porque solo así podrás iniciar la búsqueda del conocimiento necesario para "comprender" y verdaderamente "sanar"".
Bendiciones.

Amo a aquel cuya alma es profunda aún en la herida.
Friedrich Nietzsche