• 04-October-2020

El verbo de Dios es AMOR

"En el principio existía el verbo y el verbo estaba con Dios, y el verbo era Dios".
Estudiemos esta bella enseñanza:

Pensar, hablar y sentir también son verbos. Estos tres elementos crean acción y te ayudan a conectarte con la Divinidad.

Estos verbos han estado desde el inicio de la existencia humana, evolucionamos de espíritu de animales para poder guiar a los que vienen detrás de nosotros. Podemos ser antorchas en su nuevo camino si nuestro andar es bello y transparente.

El pensamiento se graba en el subconsciente y emerge en tu forma de actuar y conducirte con los demás. El despertar espiritual se inicia cuando trabajas en calmar tu mente y en llenarla de alegría, de esta manera se reflejará en tu hablar y en tus emociones cambiando completamente tu percepción volviendo a reconocer al TODO.

Cuando te sumerges en el amor pleno irás por la vida en puntillas, con calma y sin hacer ruido, te volverás a reencontrar con tu niño interior y con la inocencia con la que te desenvolvías en esas épocas y tu andar se volverá más ligero.

El iluminado Jesús de Nazareth dejo la siguiente llave: "En verdad les digo que si no se convierten y se hacen como niños, no entrarán en el reino de los cielos"; y es que un infante es crédulo, guarda inocencia en el corazón, ama con profundidad sin esperar algo a cambio, juega y confía en los senderos de una o varias existencias.

Interpreta la frase inicial como que debemos convertirnos en verbo desarrollando los elementos con una enorme sonrisa en el corazón. La palabra de Dios es AMOR, tú eres parte de ÉL por lo que tu chispa divina también puede entregarlo sin ninguna condición.

Bendiciones y abrazos de luz.

El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es AMOR.
Juan 4:8