• 06-October-2020

El perdón de Buda

Buda tenía un primo perverso, se llamaba Devadatta, siempre estaba celoso y se empeñaba en desacreditarlo.

Un día, mientras Buda paseaba tranquilamente, Devadatta arrojó a su paso una pesada roca con la intención de acabar con su vida. Sin embargo, la roca cayó al lado de Buda y no le hizo daño.

Buda se dio cuenta de lo sucedido pero permaneció impasible, sin perder la sonrisa. Días después, volvió a cruzarse con Devadatta y lo saludó afectuosamente. Muy sorprendido, este le preguntó:

¿No estás enfadado?
No, claro que no.

Sin salir de su asombro, Devadatta le preguntó el por qué. Buda le dijo:
Porque ni tú eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy ya el que estaba allí cuando fue arrojada.

Moraleja:
Para el que sabe ver, todo es transitorio; para el que sabe amar, todo es perdonable. No es sano ni inteligente quedarse atados al odio y el rencor porque estos sentimientos solo nos hacen daño. Es importante ser conscientes de que la vida está en continuo cambio y que necesitamos dejar las malas experiencias en el pasado. Solo a través del perdón logramos liberar nuestro resentimiento y continuar adelante.

No debemos etiquetar a las personas en un pasado que ya no existe.