El sentido del viaje del Alma es recordar ¿Quiénes somos? para reconocer dónde estamos y poder decidir hacia dónde queremos ir. Inicia en el Espíritu, que es quien tiene la idea, y continúa con el Alma, que es quien se encarga de organizar su infraestructura y de disponer de un espacio reservado que almacenará las experiencias vividas por el ego, cuando la muerte llegue y el viaje termine. Este espacio privilegiado que guarda la cosecha de cada una de nuestras existencias forma parte de la memoria Akáshica del Universo..., un trocito de tela de araña que contiene toda la información de nuestro pasado, de nuestro presente y de todas las posibilidades de nuestro futuro.
El camino iniciático está plagado de pruebas difíciles, especial y amorosamente diseñadas por el alma, porque ejercitemos nuestras habilidades egoicas, a fin de poner a punto nuestro carruaje y podernos convertir en la mejor versión de nosotros mismos. A los valientes que emprendan el camino de baldosas amarillas no les quedará otro remedio que aprender a matar brujas malas, dragones o demonios varios... con la seguridad de que el premio, al otro lado de las dificultades iniciales, siempre, siempre, siempre, vale la pena.
La vuelta a casa de héroes y heroínas es el último tramo del viaje del alma, porque necesitamos incorporar a la vida común anterior, la sabiduría adquirida durante la travesía. No es el exterior lo que hace la vida ordinaria o extraordinaria, es el interior..., que cuando se llena de magia la derrama por dondequiera que pasa...
El "Viaje del Alma" tiene siempre un solo objetivo: que nos hagamos mayores viajandolo y disfrutándolo, que crecemos aprendiendo y aprendiéndonos, recogiendo con ilusión la riqueza de tanta experiencia... para poder, después, encontrar la mejor manera de compartirla con el resto de mundo... Nada acaba bien, si no acaba así.
Capítulo 6: ANTAHKARANA
Aunque tu mente esté confundida, tu corazón siempre sabrá la respuesta. Confía en él.