Abraza la soberbia que hay en vos, porque detrás de ella hay un(a) niña(o) no querida.
Abraza la exigencia que hay en vos, porque detrás de ella hay un(a) niña(o) que no ha sentido amor.
Abraza la “complaciente eterna” que hay en vos porque detrás de ello hay una niña(o) rechazada(o).
Abraza la ira y el enojo que hay en vos, porque detrás de ello hay un(a) niña(o) abandonada(o).
Abraza a la solitaria que hay en vos, porque detrás de ella hay un(a) niña(o) excluida(o) y discriminada(o).
Abraza el desgano, la apatía, la falta de sentido, porque.. detrás de todo esto, está tu niña(o) padeciendo ser quién no es..
Abraza el dolor que hay dentro tuyo porque detrás de él hay un(a) niña(o) lastimada(o).
Debemos escuchar al niño que fuimos un día y que existe dentro de nosotros. Ese niño entiende de instantes mágicos.
Escucha a tu niño sabio interior. Él te llevará de regreso al AMOR.