“Repasemos ciertos conceptos”, dijo Mulán.
“Según la doctrina budista; De 360,000 espíritus sólo uno reencarna y es quien no comete nueve maldades en la vida previa:
Mentir, maldecir, hablar con hipocresía; relacionadas al habla.
Codicia, rencor e ignorancia; relacionadas al pensamiento
Matar, actuar con lujuria, robar; relacionadas a la acción.
Los ocho sentidos son: 1. Vista, 2. Olfato, 3. Gusto, 4. Oído, 5. Tacto, 6. Sentido analítico (intuición), 7. Transportación - conexión y 8. Acumulación- almacén de memoria. Este último guarda toda la información de todas las vidas anteriores.
Entonces, quiero que se imaginen un pequeño sol interno que refleja al espíritu, el cual se encuentra rodeado por el alma y finalmente ésta última se encuentra envuelta por el cuerpo físico. Ante un estímulo que despierta los primeros cinco sentidos, nuestra mente lo canaliza según nuestra percepción y creencia y utiliza los sentidos 6, 7 y 8 para llegar al espíritu y almacenarlo.
Puedes notar que el sentimiento que llega ya no es puro, similar a que cuando el espíritu se pronuncia hacia tu cuerpo físico (de adentro hacia afuera). Por ello, se dice que el alma es igual al espíritu más mente o mejor dicho es el espíritu encarcelado por la falta de la purificación del pensamiento.
Nuestro objetivo inicial es limpiar la mente de toda negatividad que ha sido acumulada en nuestro subconsciente durante todas nuestras vidas pasadas, para que desaparezca el alma y poder desarrollar el enlace del exterior hacia el espíritu y viceversa, para que pueda mantenerse directa y transparente conectándonos con él que es igual a Dios.
Quiero finalizar encargándoles de tarea de vida, el practicar no cometer maldades. Empiecen con evitar una diaria y vayan reconociéndolas primero. Desarrollen la empatía hacia los demás, pónganse en su lugar y establezcan cómo les gustaría ser tratados, para devolverles exactamente lo mismo, GRACIAS”.
Practica la empatía para ayudarte a evitar cometer maldades.