• 30-August-2020

60. Tratado VII: La Relación entre El Verdadero YO y el Falso YO (Parte 1)

El loco transcribió lo que se encontraba en este pergamino:

“Por la oración del padre nuestro podemos interpretar que Dios creo nuestro espíritu. También, que se necesita un cuerpo físico para que pueda manifestarse en el plano terrenal. La relación entre el cuerpo y el espíritu, se construye por la ley de causa y efecto de las vidas anteriores”

Mulán hizo una pausa y mencionó:

“Revisemos un ejemplo para que se pueda comprender mejor el párrafo leído.

El cuerpo físico es como una carreta y la esencia o espíritu es como el conductor. Cuando el conductor maneja la carreta y daña a una persona ¿quién crees que recibirá el castigo: la carreta o la esencia? Por supuesto que será éste último.

Pasa lo mismo en esta vida: si nuestro cuerpo físico ha cometido muchas causas equivocadas desde la “encarnación”, nuestra esencia será la que va a recibir la sanción para aprender. Este ejemplo nos da a entender que existe una relación íntima entre el verdadero yo (el espíritu) y el falso yo (la percepción de ti en una vida presente).

Entonces, para reforzar lo que estamos revisando, utilicemos “el falso yo” para reconocer “el verdadero yo”:

Falso yo: mente, alma, cuerpo físico, percepción del entorno, hábitos…
Verdadero yo: espíritu, ley de causa y efecto, afinidad espiritual, el amor, el perdón, el agradecimiento, la conexión con Dios…

A través del conocimiento y la comprensión del Dharma podemos convertir al “falso YO” en el “verdadero yo”.

Defínase como “comprensión” a la capacidad de aprender y aplicar aquella enseñanza en tu vida.

Cuando aprendes a reconocer al falso YO, aprendes a reconocer lo que no es real:
- El género (femenino, masculino).
- La orientación sexual.
- Las razas.
- Las culturas y costumbres propias de una determinada región.
- Las profesiones y estudios de un determinado oficio.
- Las diferencias de opiniones de las personas.
- Las estructuras y corrientes sociales (patriarcado, feminismo por ejemplo).
- Las religiones.
- La desigualdad del rico y el pobre.
- Las enfermedades y vicios que padeces.
- Los deseos materiales y de posesión.
- El SUFRIMIENTO, etc…

Todo lo anteriormente enumerado es falso. Si lo comprendes, podrás superar cualquier proceso de discriminación hacia las personas. Te liberarás de las cargas emocionales del control y te acercarás al entendimiento natural y verdadero de Dios.

Cuando entiendes lo que no es verdadero, debido a que en cada vida esos elementos mencionados serán diferentes, empiezas a concentrarse en lo que sí lo es: el Dharma, las leyes espirituales universales, el karma, la esencia del espíritu, la afinidad, etc…”

Ranmma preguntó: “¿por qué dices que son diferentes o falsos?”

Mulán respondió: “Porque en una vida pudiste haber sido mujer, en otra hombre, en una musulmán, en otra hindú, en una mendigo y en otra rey, etc… ¿se comprende mejor? La familia de aprendizaje asintió.

La bruja blanca hizo una señal de meditación y preguntó: “Cuando tenemos carencias, por ejemplo económicas ¿cómo usamos bien el falso YO para ayudar al verdadero YO?

Mulán respondió:
“Primero reconociendo que las privaciones son reflejadas a las causas que sembramos en vidas anteriores. Podrás notar que siempre regresamos a la ley de causa y efecto cuando hablamos de sufrimiento y dolor. Debemos conservar bien nuestro corazón y tratar de eliminar los pensamientos codiciosos de transgredir al prójimo.

Al ser pobre en esta vida, se debe hacer más concesiones y así sembraremos más causas de buena venturanza para la próxima. Recuerden “EL CIELO NO TIENE OJO”. Debemos donar nuestro tiempo para aprender LA VERDAD y difundirla. Así contribuiremos a tocar el verdadero YO de los demás”.

“Y si por el contrario, somos ricos; debemos aprovechar bien estas riquezas para ayudar también a otros a que puedan encontrar el verdadero YO. Los bienes materiales no son reales, recuerda, son herramientas físicas en una vida presente. Por lo tanto, podemos utilizarlas para ayudar al prójimo a evitar las raíces del sufrimiento de una sola vez, así no defraudaremos a Dios”.

Tú ocúpate de ti mismo. Deja que el mundo se encargue de sí mismo.
Debes ver solo el YO.
Si tú eres el cuerpo, entonces también existe el mundo corpóreo.
Si tú eres espíritu, todo es solo espíritu.

Ramana Maharshi