• 31-August-2020

77. La Relación entre LA VERDAD y las Religiones

Después de 30 días, la familia de aprendizaje se volvió a reunir para continuar con los tratados. Se extendieron los pergaminos y el loco transcribió las siguientes enseñanzas:

“LA VERDAD proviene del creador del universo, es decir Dios o madre celestial, a quien en oriente se le denominó LAO MU NIANG”. Todas las personas nacemos de padres en el campo físico. Similar nuestra chispa divina, esencia o espíritu tiene el padre que es Dios”.

“LA VERDAD es nuestra esencia y consciencia. Todos tenemos misericordia como Dios. Una de nuestras misiones en cada vida es revelarla, hacer que nuestra pequeña Divinidad que radica en nuestro cuerpo físico, también pueda iluminar e iluminarse”.

“LA VERDAD es un camino. Aquel por el que los seres humanos puedan alcanzar el cielo. Es la energía que mueve a nuestro espíritu a superar la reencarnación de vida y muerte”.

“LA VERDAD es absoluta. Algo que no cambia con el tiempo y lugar; Jesús dijo “Las palabras salen de la boca de Dios. LA VERDAD existe aunque no se crea en ella. Dichoso aquel que la cree””.

“LA VERDAD es para que los seres humanos puedan saber de dónde vienen al momento de nacer y adónde van luego de morir. Para que los seres humanos puedan conocer el origen de la esencia, a Dios e iniciar su camino de regreso a Él”.

“Todos los seres vivos son iguales porque la esencia de cada uno también es igual”.

“La naturaleza original del ser humano es buena, su esencia es igual al verdadero YO, pero sus costumbres diferentes, propias de una determinada cultura en la que se desarrolla o la falta de educación en ética, moral y virtudes que conlleva a oscurecer su pensamiento, desencadenar sus emociones y contaminar su esencia”.

Dos reglas de oro:
“Regla 1: Si el hombre sólo recibe enseñanzas constantemente sin la transmisión del Dharma del corazón, entonces no sabrá cuál es la fuente de vida y tampoco conocerá la manera de regresar al cielo”.

“Regla 2: Si el hombre sólo recibe LA VERDAD sin ninguna enseñanza, entonces no podrá conocer la esencia de Dios y no sabrá cómo practicarla. Por eso, después de recibir LA VERDAD, necesitamos tener un conocimiento más profundo”.

Luego de la lectura del tratado, Mulán hizo una pausa y mencionó:
“Para regresar al cielo, tenemos que volver a tener el corazón de niño”.

“Un árbol es similar a una o más religiones. Las raíces profundas son como LA VERDAD”.

Al recibir LA VERDAD debemos:
“Observar bien la forma de resolver las 05 relaciones humanas.

“Respetar los preceptos de los tratados estudiados, creer en la reencarnación y la ley de causa y efecto”.

“Cultivar tu ser (así lo dice el taoísmo)” y “Practicar la filantropía”.

“Debemos estudiar, profundizar y reflexionar sobre LA VERDAD en nuestros hogares, realizar esfuerzos por entregar el conocimiento a los demás, respetando el aprendizaje individual y creencia. NO DEBEMOS IMPONERLA”.

El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en tener nuevos ojos.
Marcel Proust