Un discípulo le pregunto al maestro:
¿Cómo se vislumbra el despertar espiritual en una vida? A lo que el maestro definió:
“Como sabes, diseñaste tu camino o destino antes de reencarnar. Todo espíritu realiza esta labor con la finalidad de aprender para poder crecer: El plano terrenal es la mejor escuela para experimentar la espiritualidad. Cada situación buena o mala ya ha sido establecida y se debe comprender que las buenas se presentan para disfrutarlas, valorarlas y enriquecer el camino. También es importante reconocer que puedes crear situaciones positivas simplemente con un corazón bondadoso, aprendiendo a apreciar un “gracias” de corazón ante una buena acción que entregues, una sonrisa o un momento de amor sincero. Sin embargo, las malas son mucho más profundas.
Una situación adversa se presenta para que puedas extraer la moraleja de la misma, para desencadenar la pregunta: ¿por qué me pasa esto a mí? Es la que te “mueve” de la zona de confort emocional para que puedas desempolvarte, profundizar y encontrar las respuestas.
Normalmente, las malas situaciones, que están asociadas a nuestro apego emocional en una vida, nos permiten madurar, nos brinda la posibilidad de generar empatía e igualdad con nuestros semejantes, nos regala equidad y compasión cuando alguien experimenta algo igual o peor, nos brinda la posibilidad de agradecer por lo que se tiene y por lo que no y nos regala “humildad”.
El ser humano tiene la posibilidad de escoger entre sonreír o sufrir, pero cuando se encuentra en este último estadío, debe aprender a “abstraer” el evento que ha generado esa negatividad, lo cual es muy difícil de realizar porque las emociones se desequilibran y puede caer en depresión.
Es muy importante tratar de mantener calma en la mente, utilizar esta poderosa herramienta para conectarse con la percepción de la enseñanza y encontrar el camino que le permita salir de esa situación para continuar con su vida de manera confortable y en beneficio de los demás.
Similar a cuando en la escuela desapruebas una materia, si no encuentras la luz en el problema que te causó dolor, por ley de causa y efecto, te volverá a suceder hasta que puedas hacerlo. Ten mucha paciencia, practica Ho’oponopono, WU-WEI, meditación y otras técnicas espirituales que te puedan ayudar a aquietar el pensamiento y enfocarte en el presente. Es la única manera que puedas escuchar a tu interior y visualizar las señales que la Divinidad y el universo te envían”.
Jamás olvides la frase:
“Cuando el cielo quiere salvar a un ser humano, le envía el amor” – Lao Tse.
Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor es abrir el corazón y dejarse amar”
El principito.
