• 05-April-2021

Cada vez que te quejas

Cada vez que te quejas, les dices al Universo que te envíe más de lo que no te gusta.

Cada vez que te quejas, te olvidas de lo bendecida que eres.

Cada vez que te quejas, le abres la puerta a la amargura.

Cada vez que te quejas, atraes pobreza espiritual.

Cada vez que te quejas, te cierras a la abundancia y por consecuencia a la prosperidad.

Cada vez que te quejas, envidiarás a todos los que te rodean.

Cada vez que te quejas, centrarás tu atención en lo malo.

Cada vez que te quejas, te vincularás la tristeza.

Cada vez que te quejas, endureces tu corazón.

Quejarse no solo arruina el día de las personas que te rodean, sino que también arruina el día de quien se queja. Cuanto más nos quejemos, más infelices seremos.

Si te empeñas en quejarte solo te estancarás, cuando te concentras en agradecer, la energía negativa de la queja cambia a polo positivo, empiezas a aceptar y fluir en armonía con el universo. El velo del pesimismo se alejará poco a poco y aprenderás a enfocarte. Jamás olvides que la energía fluye hacia donde pones tu intención, además, la espiritualidad jamás florecerá en tierra yerma.

Con la mitad de la energía necesaria para expresar una queja, se empieza a construir una solución.
Rafael Vidac