Mis huesitos han venido para intentar reencontrarse con tus huesitos.
Mis huesitos adoran tus huesitos, ama esos enormes ojos negros bellos como la noche.
Para mis huesitos no hay otros huesitos que no sean los tuyos, no ha de negar que ha conocido otros huesos pero lo único y verdadero es que en el centro de la calavera de mi craneo siempre se encontraba la imagen de tus huesitos, por ello, continuaba con su vida sin dejarse llevar por el momento ni las ocasiones.
Mis huesitos adoran la voz profunda que proviene de tus huesitos, es directa y transparente. La lealtad, honestidad y transparencia es lo que siempre hacen vibrar a mis huesitos cuando la recuerda.
Mis huesitos desean, que tus huesitos se sienten en ellos. Y es que hace mucho tiempo descubrió que tu presencia le transmiten paz y que el no contar con ellos lo arrastra a una tristeza incomprensible, parece que huesos de otras vidas lo pueden explicar mucho mejor. Ya habrá tiempo de descubrirlo.
La presencia de mis huesitos en tu ciudad no es más que la intención real que siempre demostraron. En incontables ocasiones se imaginan que tus huesitos le preguntan ¿Y... A qué has venido? Y él responde: "La excusa es que un amigo le pidió que lo haga para un proyecto, la verdad es que porque tú calas mis huesos. Aquel que tenga entendimiento que lo haga".
Mis huesitos respetan mucho los deseos de tus huesitos en tu último mensaje. Eso implica que no van a dar el primer paso. Siempre he pensado que una acción vale más que mil palabras, ello quiere decir que "aquí están mis huesitos y sabes dónde encontrarlos".
Para finalizar, quiero decir que mis huesitos adoran a Fonseca y se deja llevar por las canciones: "Vine a buscarte", "Hace tiempo", "Como me mira" y una hermosa letra que en algún momento tus huesitos mencionaron: "que linda canción" y esa es: "Si te acuerdas de mí".
Quizás sea un cuento que no es un cuento, los huesitos del loco en esta nota solo quisieron entregar amor y cariño, como siempre lo han hecho.
Bendiciones y abrazos de luz.
El amor siempre se otorga como un regalo, libremente, voluntariamente y sin expectativa. No amamos ser amados; amamos amar.
Leo Buscaglia