Aquel que puede cambiar sus pensamientos, puede cambiar su destino. No olvides que atraes lo que piensas.
Es decir que si estás vibrando, enojo, miedo y dudas, el universo entiende que eres esa emoción, o es lo que necesitas y es lo que se manifestará en tu realidad. De la misma manera si vibras alegría, abundancia o riqueza, él devolverá exactamente lo mismo. De ahí la importancia de cambiar tú propia energía interna para modificar tu entorno.
Así que el universo es el oído más grande y siempre te escucha porque tú eres parte del TODO y te encuentras inmerso y conectado con ÉL. Podrás notar las bellas señales cuando te sintonices con el amor, la alegría, la paz en el corazón y el cariño hacia los demás.
Similar a una señal inalámbrica, tu espíritu es capaz de detectarla porque estamos interconectados con Dios y con nuestros semejantes pero cuando nuestro clima emocional está mal, la conexión también falla.
Hay muchas técnicas para agradecer e incrementar tu frecuencia. Por ejemplo, puedes cerrar los ojos, respirar profundamente hasta calmarte y repetir hasta que creas con firmeza la siguiente frase:
"Hoy cierro los ciclos del pasado y suelto todo aquello que interfiere con mi felicidad;
dejo mis manos libres para recoger todo lo bueno que la vida me da.
Gracias porque hecho está..."
También puedes practicar Ho'oponopono, desarrollar la meditación y cualquier enseñanza para tranquilizar tu corazón y conectarte con el presente.
Asimismo, puedes recolectar las llamadas "monedas de agradecimiento", recógelas a partir de las buenas acciones que realices con los seres que te rodean. Una sonrisa, un favor, un pequeño regalo, una dádiva, un consejo, una bendición, un pensamiento positivo; "todo es válido". Recuerda: "El cielo no tiene ojo", el Universo o Divinidad reconoce la vibración de tu intención conjuntamente con lo que nuestros hermanos emanan al pensar en nosotros. Así funciona la Ley de Causa y Efecto (todo lo que das regresa a ti) unida con la Ley de Correspondencia (como es adentro, es afuera).
"Hay que ser como el agua, que fluye mansa e indiferente. Todo va por sí solo. Si el agua está turbia, dejadla quieta, y ella sola, gradualmente, adquirirá transparencia. Cuando vuestra mente esté perturbada e inquieta, dejad actuar al tiempo, y el reposo se producirá lentamente".
Lao Tse