Una bella escena de la película Todopoderoso 2, describe mejor cómo diseñamos con la Divinidad nuestra vida antes de reencarnar. Repasémosla para una bella comprensión:
Morgan Freeman (quien representa a Dios) le pregunta a una mujer que se encuentra triste y lo culpa por sus desdichas:
"Si oras por paciencia ¿Dios te dará paciencia o te dará la oportunidad de ser paciente?
Si oras por valor ¿Dios te dará valor o te dará la oportunidad de ser valeroso?
Si alguien ora porque su familia sea más unida ¿crees que Dios los llenará de sentimientos amorosos o le dará la oportunidad de amarse entre si?..."
Las eventualidades no son buenas ni malas, solo son. Debemos disfrutar los regalos que nos da la vida y también encontrar el aprendizaje según la perspectiva de nuestra consciencia.
Del pasado se aprende, no se vive en él; no te estanques, avanza con fe y optimismo en el corazón. Libérate del "control", desarrolla tu libre albedrío y respeta el de los demás, conéctate con la Divinidad siempre y recuerda que cada quién diseña su camino, su forma de trascender y lo que ha venido a superar para hacerlo.
Si alguien te hirió directa o indirectamente no guardes rencor, no te preocupes, deja que la Ley de Causa y Efecto disponga lo necesario para cuando se vuelvan a encontrar, deja que la afinidad haga lo suyo y cuando eso suceda no juzgues, sonríe con el corazón en la mano y dile:
"Ni tú ni yo somos igual que ayer, lo que pasó ya pasó, espero que hayas aprendido lo que debías aprender; gracias también por tu enseñanza". Se necesita muchísimo desprendimiento y AMOR para actuar de esa manera. Seamos tolerantes, pacientes y amorosos en nuestro andar.
La frase de Louise Hay refleja mejor lo expresado:
"Todos somos maestros y alumnos. Pregúntate: ¿Qué vine a aprender aquí y que vine a enseñar?" Jamás lo olvides.
Somos viajeros del tiempo. Vinimos a aprender, compartir, tocar almas, dar amor, transformarnos y partir sin apegos.
Anónimo