• 20-November-2020

¿Qué sucede al morir?

Para poder comprender este acontecimiento, debemos recordar que el espíritu y el alma no significan lo mismo. Mientras que el primero es la verdadera esencia y chispa divina, el segundo es el traje kármico resultante de nuestros pensamientos y patrones mentales obtenidos a través de las diversas reencarnaciones hasta la última vida actual.

Cuando nuestra vida se acaba suceden dos eventos; el alma se desprende y el espíritu regresa a la fuente.

Similar a una obra de teatro, en la cual al finalizar el actor abandona el personaje, el espíritu al momento de regresar a la fuente abandona al alma, la cual disipa su energía en el plano físico uniéndose con él, el alma es el conjunto de pensamientos que han definido a un individuo en una o varias vidas, los pensamientos son energía y la energía no se destruye solo se transforma dice un precepto físico.

Los fantasmas, son proyecciones concentradas de energía de ese personaje que ya dejó de existir, el espíritu verdadero del ser continúa su evolución y aprendizaje ya sea a través de futuras vidas o en el plano espiritual compartiendo sus enseñanzas y experiencias que permitan guiar a los demás.

Quizás te estarás preguntando ¿entonces es posible que un fantasma en una vida actual haya sido mi yo anterior? La respuesta es si; tu proyección astral piensa que sigue existiendo pero tú ya avanzaste hacia el siguiente nivel. Tu espíritu ya reencarnó en una nueva vida y asumió otro rol, otro personaje para continuar creciendo.

"Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba" dice una máxima de la Ley de Correspondencia, el comprender esta enseñanza y aplicarla en nuestras interrogantes existenciales permite encontrar el conocimiento verdadero que no nos abandona desde el inicio de los tiempos, desde la primera encarnación. La Divinidad dejó estas llaves para redescubrir el camino al cielo.

Quizás sea un nuevo "cuento que no es un cuento" pero es verdaderamente bello realizar meditaciones y reflexiones espirituales, esa es la verdadera razón de la metafísica, el recorrer caminos que se encuentran más allá de la física y la materia.

La gran tragedia de la vida no es la muerte, es dejar de reír, de amar, de soñar. Es aquello que dejamos morir dentro de nosotros mientras estamos vivos.