Mientras disfrutaba de un café con un buen amigo, conversábamos sobre la manera de cambiar el pensamiento, el cual es la llave para cambiar el destino. Mi interlocutor me indicó que para poder construir valores positivos, nos debemos centrar en la humildad.
Y surgió la pregunta ¿Pero cómo construyes la humildad en ti? No estábamos hablando de la valoración del ser humano, ni mucho menos de considerarnos iguales como hermanos sino de algo mucho más profundo: "la humildad de ser guiado por el espíritu". Después de varios intercambios de opiniones llegamos a la siguiente conclusión.
El ser humano tiende a pensar negativamente ante los sucesos, esto debido al karma negativo que arrastra y a las eventualidades que su percepción así las considera. Entonces, tiene que pasar una dura prueba, la cual se refleja o es similar al ejercicio de la superación del duelo:
Primera Etapa: Negación de lo sucedido, nuestra necesidad de control choca con la realidad y genera dolor, dispara el sufrimiento y los pensamientos negativos empiezan a agudizar el escenario.
Segunda Etapa: Culpa, se empieza a pensar que uno es culpable, que tiene “mala suerte”, “que está maldito(a)” y “condenado(a) a sufrir). El miedo y la desesperanza acompañan al individuo, no es capaz de mirar la belleza de la vida ni los regalos que el universo le entrega.
Tercera Etapa: Ira, el corazón se endurece, se construyen murallas, capas de enojo lo rodean, también se trata de proyectar la realidad en algún culpable: Dios, Divinidad, Universo, Familia, Amigos, etc., etc., etc. La soledad se concentra en él y la ausencia de fe y optimismo se hace más y más profunda. Aquí el ser humano se encuentra en una encrucijada: Puede caer inconscientemente en la depresión ó reflexiona, profundiza y le da paso a la “ACEPTACIÓN”.
Aquí una pausa, la ira no es más que miedo disfrazado. Cuando profundizamos sobre nuestros verdaderos temores y los examinamos, podemos empezar a sanar emocionalmente.
Cuarta Etapa: Aceptación, el ser humano ha comprendido que el evento no es bueno ni malo, solo “es”. Su prueba ha sido superada porque ha entendido que no puede controlar el entorno ni los aspectos de terceros, aprende a respetar el libre albedrío y las decisiones de cada quién, empieza a ver la luz y las señales de GRATITUD se empiezan a arraigar, poco a poco las capas del corazón se empiezan a caer y empieza a sentir el AMOR.
“Estar en gracia” no es más que vivir en agradecimiento, solo cuando estamos en esta sintonía, desarrollamos la humildad. Somos capaces de agachar la cabeza ante Dios, la Divinidad, El Universo y empezamos a aprender a escuchar nuestro interior. Somos conscientes de nuestro poder para AMAR o DAÑAR y empezamos a cuidar nuestros pensamientos. La tolerancia y la empatía para con los demás se interiorizan y la bondad y el cariño se proyectan en el entorno.
Los pensamientos negativos proyectan un destino negativo.
Los pensamientos positivos proyectan un destino positivo.
("Como es arriba es abajo y como es adentro es afuera" - Ley de Correspondencia)
Tú decides, ese es el regalo más hermoso que nos entregó el cielo: El poder de cambiar nuestro destino con el pensamiento, la palabra y la acción.
Cuando el cielo quiere salvar a un ser humano, le envía el AMOR.
Lao Tse