Te has preguntado ¿por qué las emociones se alteran de un momento a otro?
Los seres humanos vivimos en un constante vaivén de sentimientos, tenemos una faceta oscura pero también tenemos un lado amoroso, leal, honesto, humilde y agradecido.
Se dice que por la Ley de Causa y Efecto del karma, primero aparecen las causas negativas para identificar lo que debemos sanar y luego disfrutamos de lo bueno, es en ese orden cronológico en que se presentan los sucesos.
Tu espíritu los activa, se sincroniza con el universo y el evento se materializa. Es preciso que recuerdes algo, tienes la fuerza para levantarte, para ir a lo más profundo de tu ser e identificar tus temores, viniste para evolucionar y trascender espiritualmente, no para sufrir, ni mucho menos causar dolor.
Puedes practicar un bello ejercicio de meditación y abstracción donde te imaginas que cada temor es una pequeña esfera (por ejemplo: miedo al amor, miedo a dañar a alguien, miedo a la soledad, miedo a la traición, miedo a perder a un ser querido, etc...) la cual coges y la observas con detenimiento viendo todas sus aristas y las emociones que en ti despierta.
Si llegas a sentir que la opresión del pecho es más fuerte en una determinada esfera; cierra los ojos, respira profundamente, escucha los latidos de tu corazón y concéntrate en ese bello sonido hasta recuperar la calma.
Permítete sentir e identificar esa carga emocional negativa que te abruma, suelta todas las lágrimas que sean necesarias y libérate de todo ello reencontrándote con tu niña(o) interior. Tómala(o) en tus brazos y recupérala(o), puedes terminar el ejercicio diciéndote: "GRACIAS por permitirme sanar y porque hecho está".
Aprende a perdonarte, conéctate con la Divinidad para sentirte una con ella. Jamás olvides que el amor que guardas es exactamente igual al de la fuente, reconócelo y disfrútalo.
Antes de iluminarnos, debemos aprender a equilibrarnos.
Lo que no dejas, ir lo cargas. Lo que cargas, te pesa. Y lo que te pesa te hunde. Practica el arte de soltar, perdonar y dejar ir.